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¿Por qué es vital purgar el sistema de refrigeración al cambiar el anticongelante?

  • ernestovillarreal16
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura
Anticonelante Convencional
Anticonelante Convencional

Cambiar el anticongelante no es solo “vaciar y llenar”. El paso crítico —y a veces olvidado— es purgar el sistema de refrigeración para expulsar bolsas de aire. Ese aire atrapado puede provocar sobrecalentamientos puntuales, fallas de calefacción interior, cavitación en la bomba de agua y corrosión acelerada. Aquí tienes una guía clara para entender por qué importa y cómo hacerlo bien.

Qué pasa si no purgas (riesgos reales)

  • Sobrecalentamiento intermitente: Las burbujas impiden el contacto del refrigerante con zonas calientes del motor y sensores, falseando lecturas y elevando la temperatura.

  • Cavitación y desgaste de la bomba de agua: El aire favorece microburbujas que erosionan impulsores y sellos.

  • Calefacción de cabina débil o nula: El radiador de calefacción queda parcialmente lleno de aire y no transfiere calor.

  • Corrosión y depósitos: Donde hay aire, hay oxígeno; esto acelera la oxidación interna y la formación de lodos.

  • Activación errática del ventilador y códigos de falla: Sensores leyendo vapor/aire en vez de líquido.

Señales de que hay aire en el sistema

  • Temperatura sube y baja sin razón aparente.

  • Sonidos de “gárgaras” tras el tablero o en mangueras.

  • Calefacción que deja de calentar a ratos.

  • Nivel de depósito que “respira”: sube mucho al calentar y baja en exceso al enfriar.

  • Mangueras muy duras por presión atrapada.

Beneficios de purgar correctamente

  • Temperaturas estables y protección real contra congelamiento/ebullición.

  • Mayor vida útil de bomba, termostato y sellos.

  • Menor riesgo de corrosión y cavitación.

  • Calefacción interior consistente.

  • Eficiencia térmica que ayuda al rendimiento y consumo.

Cómo purgar el sistema (método general)


: Siempre revisa el procedimiento específico de tu vehículo. Algunos tienen tornillos de purga, “válvulas bleeder” o procesos con herramienta de vacío.
  1. Motor frío y seguridad primero. Estaciona en plano (o con leve inclinación frontal si el manual lo sugiere). Usa guantes y gafas.

  2. Drenado completo. Abre el dren del radiador y, si aplica, del bloque. Recoge el anticongelante usado en un recipiente y dispónlo en un centro autorizado.

  3. Cierre y revisión. Cierra drenajes, inspecciona abrazaderas y mangueras.

  4. Llenado inicial lento. Quita la tapa del radiador (si tiene) o del depósito de servicio. Vierte anticongelante del tipo y mezcla correctos lentamente para minimizar aire.

  5. Aprovecha tornillos de purga. Si tu motor los incluye (en la carcasa del termostato, salida de calefacción, etc.), ábrelos hasta que salga líquido sin burbujas y vuelve a cerrarlos.

  6. Purge el circuito de calefacción. Enciende el contacto y pon la calefacción de cabina al máximo (no el ventilador necesariamente a tope; lo importante es la válvula abierta) para que el refrigerante circule por el radiador de calefacción.

  7. Ciclo de calentamiento. Arranca el motor y deja que llegue a temperatura de operación. Observa el nivel; añade según baje. Cuando el termostato abre, el nivel suele bajar repentinamente: rellena sin exceder.

  8. “Masaje” de mangueras. Con cuidado (y guantes), comprime suavemente las mangueras superiores/inferiores para ayudar a desplazar burbujas hacia el cuello de llenado.

  9. Cierre y prueba. Coloca la tapa correcta (presión especificada). Realiza una vuelta de prueba corta con la calefacción encendida.

  10. Rechequeo en frío. Tras enfriar por completo (ideal al día siguiente), revisa el nivel y completa hasta la marca COLD/LOW si hace falta.

Consejos pro

  • Elevación frontal ligera: En algunos motores ayuda estacionar con el frente un poco más alto para que el aire migre al punto de llenado.

  • Embudo de llenado alto (spill-free): Mantiene una columna de líquido más alta que el punto más alto del sistema, arrastrando burbujas.

  • Sistema de vacío (taller): La herramienta “vacuum fill” elimina aire y llena sin burbujas; ideal tras reparaciones mayores.

  • Revisa el tapón de radiador/depósito: Un tapón fatigado altera la presión y favorece burbujas y hervores locales.

  • Usa el anticongelante correcto: Orgánico, híbrido, fosfatado, HOAT, OAT, etc. Mezclar tecnologías incompatibles genera geles y aireación.

Errores comunes que arruinan el purgado

  • Llenar rápido y cerrar sin hacer ciclo de calentamiento.

  • No abrir el circuito de calefacción.

  • Ignorar tornillos de purga del modelo.

  • No volver a revisar el nivel en frío.

  • Usar agua de la llave (minerales = depósitos). Prefiere premezcla o agua desmineralizada/destilada con concentrado.

Preguntas frecuentes

¿Puedo conducir con aire en el sistema?No es recomendable: el sobrecalentamiento puede ocurrir sin aviso y dañar junta de cabeza o deformar componentes.

¿Cada cuándo debo purgar?Cada vez que drenes/recargues, cambies bomba/termostato/radiador o notes síntomas de aire.

¿Color = tipo de anticongelante?No necesariamente. Guíate por la especificación del fabricante.

 
 
 

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